domingo, 9 de mayo de 2010

¿Cómo percibo mi docencia?

¿Cómo percibo mi docencia?

Antes de llegar al CBTIS No. 162.

Tengo la fortuna de vivir en el centro de una población pequeña cuyas distancias para ir de un extremo a otro no rebasan los 5 km. Ni los 15 minutos, antes de llegar al Plantel llevo a mis dos hijos más grandes, Carlos y Gabriel, uno de 9 y otro de 7 años respectivamente a su escuela, mi hora de entrada es a las 8:00 a.m. aunque normalmente llego entre las 8:00 y las 8:10 ya que nos dan 10 minutos de tolerancia, checo mi tarjeta y me dirijo a un cubículo que tengo como oficina, donde guardo mis cosas que necesito para impartir las asignaturas y submodulos.


Durante la clase de física II.

La asignatura de física II es la segunda vez que la imparto, anteriormente la daba un compañero que renuncio, al llegar al salón de clases saludo a mis alumnos con un simple “buenos días” y procedo a pasar lista refiriéndome por su nombre no por apellidos, lo hago de esta manera porque siento que es una forma más personal, siempre paso lista porque en la manera de evaluación (ahora sé que es una rúbrica de evaluación) que les di en la primera clase junto con el temario, le di el valor de 1 punto de su calificación parcial; también porque me he dado cuenta que al conocer a los alumnos por su nombre resulta más fácil tener el control del grupo. Para iniciar con la clase reviso el temario para ver qué tema sigue, les dicto o escribo en el pintarrón un resumen del tema el cual obtengo del libro de texto “Fisica II” que edita la DGETI, explico el tema tratando de ser lo más claro posible, hacemos problema de ejemplo y les pongo un ejercicio para que lo resuelvan ellos. Esta asignatura en este semestre la evalué de la siguiente manera: exámenes escritos con un valor de cinco puntos, apuntes un punto, asistencia un punto, tareas y participación en clases un punto, practicas que realizan en el laboratorio de física y/o trabajos dos puntos, esto para los tres parciales. Cabe hacer mención que al inicio de semestre realice una planeación curricular y secuencias didácticas (para cumplir) y no las seguí durante el desarrollo de la asignatura.


Durante la clases de verificación en el proceso de los acabados y verificación en las instalaciones eléctricas.

Estos submodulos pertenecen a la especialidad de Técnico en Construcción y prácticamente el formato de la impartición de la clase es igual que la de Física II con la diferencia que no necesito libro de texto ya que estos materias las conozco muy bien pues están relacionados con mi trabajo profesional; y la manera en que los evaluó es la siguiente: proyecto seis puntos, practicas que realizan en el taller de construcción dos puntos y exámenes escritos dos puntos. El producto que entregan al final del semestre como proyecto es el plano (dibujado en autocad) de una casa habitación de acabados e instalación eléctrica. En el caso de prácticas de instalaciones eléctricas los alumnos realizaron prototipos con los diferentes circuitos que se utilizan en una vivienda, en el caso de acabados elaboraron y aplicaron pastas como: mortero, yeso, tirol etc. El día de ayer recibí los planos de instalación eléctrica y observe que los resultados fueron mejor de lo que esperaba, mas sin embargo, también me di cuenta que si hubiera realizado una rúbrica de evaluación en la que hubiera definido perfectamente lo que debía contener el plano del proyecto, así como, el formato de entrega no tendría ningún problema para calificarlos.


Conclusiones

Después de realizar la lectura del programa de la Especialidad y comenzar a realizar actividades de la misma empiezo a darme cuenta que en algunos, mejor dicho en muchos aspectos estoy equivocado, por ejemplo: La falta de precisión en la manera de evaluar lo que produce incertidumbre en los educandos, la falta de técnicas de motivación para hacerles más amenas las clases, la falta de uso de herramientas tecnológicas en el desarrollo de los temas, entre otros. Los resultados y productos que se tienen por parte de mis alumnos en las clases que imparto son buenos, pero no se debe en su totalidad a la manera en que les explico, sino que, también son producto de su talento, pues déjenme comentarles que a nuestro plantel llegan los “garbanzos de a libra” que egresan de las diferentes Secundarias de la localidad debido a que el CBTIS en sus inicios se hiso de una buena fama, que reflexionando al respecto, me doy cuenta, que ha sido basada en las exigencias no en la buena construcción del conocimiento. En la impartición de los submodulos me resulta más fácil acercarme al constructivismo que en las asignaturas.


De antemano les agradezco el valioso tiempo que le invirtieron a la lectura de esta modesta percepción de mi docencia.


Atentamente

José Carlos

“La aventura de ser maestro.”

“La aventura de ser maestro.”



Humildad, humanidad, virtudes que hace tiempo no practico en la impartición de mis clases técnicas, y que ahora que lo leo en “La aventura de ser maestro” de José M. Esteve confirma lo equivocado que he estado en mi constante búsqueda por ser un buen maestro, virtudes que son elementales para llegar a la cima de la docencia, y comenzar a “rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos” como lo dice el mismo José M. Esteve, este es el verdadero objetivo del ser maestro, que a través de las materias, asignaturas o submodulos que impartimos por muy técnicas que sean, les permitan a nuestros alumnos entenderse a si mismos y que puedan explicar el mundo que nos rodea.

Al leer “La aventura de ser maestro” de José M. Esteve me doy cuenta que este documento guarda una gran similitud con mi situación incluso al leerlo entendí el proceso por el que he vivido mi experiencia de ser maestro, y estoy empezando a descubrir el escalón que me hace falta para subirme a la cima de la docencia.

A pesar de los 18 años que tengo impartiendo clases aun me encuentro en la etapa de ensayo y error, a pesar de mi madurez no he alcanzado la cima de la docencia, sin embargo, el reconocerlo puede ser el inicio.

Podemos pensar que la labor docente en nuestro caso (profesionistas sin formación académica de maestro), responde a una curva en la que el ascenso a la cima es un constante aprender por nosotros mismos por ensayo y error, de tal manera que llegando a la cima ya con las experiencias vividas y corrigiendo nuestros errores podemos empezar a disfrutar del placer de ser docente, al llegar a la cima solo es necesario mantenerse en la misma perfeccionando lo que nos funciona. Es decir pensando, sintiendo y actuando para que nuestros alumnos piensen, sientan y hagan. Y ambos aprendamos. Es importante que en la construcción del conocimiento pongamos a los alumnos en la realidad para crearles la inquietud de descubrir el verdadero valor de lo que vamos a aprender. Los docentes tenemos que ser como pescadores, tenemos la caña, nuestros alumnos son los peces tan solo nos falta aprender a correr el sedal (psicopedagogía), hemos pescado muchas veces y hemos adquirido experiencia, conocemos muy bien el tipo de anzuelo a utilizar pero no siempre las aguas son iguales y nos tenemos que adecuar a cada circunstancia. Pensando y sintiendo con cada grupo, con cada alumno.

Debemos tener presente que nuestra actividad es estar al servicio de nuestros alumnos. Cuando logremos entender que con humildad, humanidad y con una verdadera vocación de servicio debemos atender a nuestros alumnos, encontraremos nuestra verdadera identidad profesional y habremos sorteado nuestra primera dificultad. Un aspecto muy importante es la comunicación al momento de estar impartiendo clases, aunado a ello la interacción con los alumnos de ahí que considero importante darle énfasis al estudio de ambos. Considero que efectivamente las mejores armas para sortear esta dificultad de la disciplina son el razonamiento y el dialogo. El ideal es: que todos los alumnos avancen a un mismo nivel y tendríamos que dejar la vida si fuera preciso, en ello. Las primeras acciones que voy a emprender regresando a clases son: Actuar con humildad y humanidad, verdaderamente escuchar a mis alumnos, precisarles los puntos a evaluar, razonar y dialogar. Con el objetivo de cada día ser un mejor maestro.

Por su atención muchísimas gracias

José Carlos

Los saberes de mis estudiantes

En la encuesta que realice a mis alumnos de la especialidad de construcción del CBTIS 162 de la H. Zitácuaro, Michoacán, resulto que el 60% utiliza el Internet como reservorio, el 30 % como espacio social y el 10 % restante no lo usan.